¿Qué hay detrás de una infidelidad?


Las relaciones de pareja son fuente de satisfacción pero también de dolor y tristeza. En aquellos casos donde la confianza se ve defraudada con la infidelidad, que se vive como una traición que amenaza con destruir la relación. Si bien es cierto que una infidelidad obedece a un conflicto interno en la pareja que han dejado pasar y que una de las personas ha buscado evadir a través de otra relación o desliz.

¿Cuáles son las causas sistémicas de la infidelidad?

  • Estar ausente emocionalmente: ya sea porque uno de los miembros de la pareja tiene un incesto emocional con sus propios padres o bien porque no ha realizado el duelo o cierre de una relación previa.
  • Uno de los miembros de la pareja ha dado de más en la relación: Cargando al otro con tanto que se ve incapacitado para devolver.
  • Estar implicado transgeneracionalmente con un familiar al que han engañado y terminó enojado o herido. E inconscientemente quieres vengarlo o bien estableces lealtad con la persona que ha traicionado.
  • Colocar a los hijos en primer lugar que la pareja: la atención del padre o de la madre está dirigida total y absolutamente al hijo, dejando de lado a la pareja.
  • Miedo a enamorarse: cuando desde muy temprana edad nos hemos desvinculado de nuestros padres y esto se vive como un trauma. Estamos imposibilitados para amar de manera auténtica, por lo tanto se busca otras relaciones para no entregarse completamente a la pareja.
  • Temor a la vejez: Deseo de mantener la eterna juventud, las mariposas en el estómago y la pasión del enamoramiento. Puede denotar inmadurez.

¿Qué actitudes te llevan a resolver el conflicto? 

  • Empezar preguntando en lugar de acusar: “Sé que he cometido errores, ¿Cómo crees que podemos superar esto? ¿Existe alguna posibilidad de solucionarlo?”
  • Ten la humildad necesaria para asumir tus responsabilidades: recuerda que ambos tienen la misma responsabilidad en la relación. Asume la tuya indiferentemente si la otra persona te fue infiel. Evita la Victimización o la acusación.
  • Expresar los sentimientos y el dolor  sin acusar al otro: No puedes negar que sientes frustración, culpabilidad, rabia, tristeza, etc., lo importante es no reprimir esas emociones porque terminarás enfermándote. Pero debes aprender a gestionarlas con inteligencia y sabiduría. Jamás decir algo de lo que te puedas arrepentir posteriormente.
  • Replantear la relación con nuevos valores: Si la pareja quiere seguir tienen que darse un tiempo para que puedan definir lo que desean, sanando y asumiendo el dolor. Y luego encargarse de fortalecer la confianza perdida que suele ser el punto más difícil.


Es importante resaltar que en ningún momento debemos colocarnos en la posición de “Perdonar” porque nos colocamos en un lugar más alto y a la vez colocamos sobre el otro una deuda muy grande. Si se decide seguir ambos tienen que asumir, la persona que siente ira o frustración debe hacer algo para sacar esa furia, sin herir en extremo al otro.  Además si deciden seguir JAMÁS pueden volver a hablar de la infidelidad, porque la relación se rompería inmediatamente.

¿Qué pasa cuando de la infidelidad nace un hijo?

La relación automáticamente queda rota y  tiene muy poca solución, porque el nuevo niño necesitará de su respectivo padre. Si se queda en el matrimonio o en la relación previa, uno de los hijos de esta pareja se verá en la necesidad de representar a esa otra persona con la que se fue infiel. Las implicaciones en este caso son muy profundas y normalmente lo pagarían no sólo con conflictos, sino con enfermedades o estados depresivos.

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Escrito por Luz Rodríguez
Contacto: info@ordenesdelamor.org

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