Los símbolos han influenciado a la humanidad desde los orígenes del tiempo, etimológicamente “símbolo significa lanzar conjuntamente y reunir”, por lo tanto éstos recogen las proyecciones inconscientes de un colectivo. Algunos símbolos tienen una influencia más potente sobre algunas personas que otros y esto se debe a la historia familiar, creencias o traumas que ocurren en el mismo.
El tener el amor de nuestros padres y sentirnos cobijados por ellos es uno de los placeres más grandes que puede sentir cualquier persona. Es como si estuviésemos en el Paraíso. Sobre todo cuando estamos en nuestra más tierna infancia ¿Pero qué ocurre cuando ha llegado la edad en que tenemos que abandonar el nido y nos resistimos a ello? ¿Cómo abandonar el estado de confort del hogar de nacimiento?
Las personas que tienen un trabajo muchas veces no lo valoran, porque arquetípicamente el trabajo ha sido relacionado con el sufrimiento según el significado etimológicamente “actividad que producía dolor en el cuerpo”. A pesar del origen de la palabra se puede ver al trabajo desde una perspectiva diferente, desde el disfrute y la pasión. Pero para ello debemos primeros buscar el origen de nuestra inconformidad con nuestro trabajo.