¿Qué tipo de amor te guía?



El amor suele ser el sustento de nuestra vida. Por un lado, nos proporciona felicidad y por otro lado, también desencadena los mayores sufrimientos. Incluso el amor nos puede llevar a la enfermedad y a la muerte. A través de las enseñanzas de Bert Hellinger, profundizamos en lo que él llamó “Amor ciego” que no es más que el instinto natural que nos impulsa a actuar para mejorar algo y del "Amor del espíritu", que es aquél que nos hace estar en sintonía con todo. ¿Cuáles son las diferencias entre ambos? ¿Cuál de ellos dirige tu vida?


De manera instintiva  recurrimos a ciertos actos de soberbia como son:
  • El hacernos de manera inconsciente responsables de “salvar” a nuestra familia: Es decir, ayudarles para que salgan adelante o asumir sus responsabilidades. Esto no quiere decir que si eres padre no sea tu responsabilidad el proporcionar a tus hijos lo necesario para vivir. Se trata más bien, de no dejar de vivir nuestra propia vida (nos quedamos solteros o sin hijos para cuidar a los demás) 
  • Expiar las “culpas”  de nuestra familia: A través de las enfermedades o los destinos difíciles, nos auto-castigamos porque creemos que eso es lo que nos merecemos por los actos injustos cometidos por nuestra familia.


Todo  esto lo hacemos con el secreto anhelo de seguir perteneciendo. Sacrificando de esta manera nuestra vida, nuestro éxito y nuestra plenitud. Este tipo de “amor ciego” es sólo un instinto de supervivencia, dominado por nuestro cerebro reptil, que obedece a nuestras memorias ancestrales y su función automática es “actuar”, ritualizar conductas y actos compulsivos, como el ataque, la huida o la lucha. Que no hacen más que encerrarnos en un círculo vicioso de conflictos y sufrimiento, porque nos limita y nos encadena en situaciones repetitivas.

A muchas personas les parece utópico el decir que, para mi, los principios sistémicos son una filosofía de vida. Porque creo que es posible pertenecer a la familia con un amor más profundo y menos instintivo. Uno que sabe que nuestro “clan” no es nuestra única familia sino que pertenecemos a un entorno mucho más grande. Por lo tanto miramos todo con respeto y agradecimiento, sea lo que sea.

En palabras del propio Bert Hellinger (2011)  el amor del espíritu es:
  • Es una actitud. Acepta todo tal cual es, simplemente porque existe.
  • Desconoce el juicio que decide si algo debe existir o no. El hecho de que algo exista, significa que fue pensado por un espíritu creador, tal como es, y así es amado.
  • Cuando nos abarca se alegra de todo lo que existe y de cómo existe.
  • Es en el fondo una actitud que promueve todo tal cual es. Está a favor de todo.
  • Es un amor creador que permite que todo tome el lugar que le corresponde y que lo defiende. Quiere que todo esté presente, así tal cual es.
  • El amor del espíritu no se pregunta, si algo tiene el derecho de existir. Para él, todo y todos forman parte de la totalidad, incluidos nosotros, tal y como somos.


Este tipo de amor es posible gracias a la integración de los principios sistémicos, donde somos consciente de que cada experiencia que nos toque vivir es de profundo aprendizaje. Donde preferimos agradecer en lugar de hacer juicios y donde asumimos lo nuestro y dejamos que cada quien asuma lo suyo.

“El amor del espíritu siempre se mantiene en movimiento. Se mantiene en movimiento creador. De acuerdo con él, asentimos a este movimiento. Nos incluimos y dejamos llevar adonde sea que nos lleve, a nosotros y alos demás. En este movimiento siempre está presente con todo y en todo momento.” 
Bert Hellinger.

Si deseas aprender a vivir este tipo de amor puedes realizar nuestra Formación Online de Constelaciones Familiares o bien nuestro Entrenamiento Online de Coaching Sistémico.


Escrito por Luz Rodríguez
Contacto: info@ordenesdelamor.org

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