¿Dejas a tu pareja de lado luego de ser madre?
Es normal que las madres al ver nacer a sus hijos se desviven por atenderle y cuidarle, ese niño roba su corazón y su atención. Esa vida viene de ella y es una fuente de placer inagotable. Pero es muy frecuente que lo que puede servir para unir a la pareja, como es ver el fruto de su amor en el hijo. Puede convertirse en una fuente de conflicto y tensiones. ¿Por qué ocurre esto y cómo solucionarlo? ¿Cómo darle lugar a mi pareja?
¿Por qué dejas de lado a tu pareja tras el nacimiento del niño?
- Rememoras el trauma de tu propio nacimiento: Aunque no se recuerde de manera consciente, cada persona ha tenido un nacimiento que le marcará toda su vida y cuando una madre da vida a un hijo, vuelve a revivir de manera inconsciente todos los miedos y angustias de su propio nacimiento. Además la madre tiene la inseguridad de si podrá darle la vida a ese niño, sabe que de ella depende y eso le genera una gran angustia, que casi nunca comparte. Por supuesto el dolor de parir o el miedo ante la posibilidad de perder su propia vida, generan un caldo de cultivo para el estrés y la preocupación, que cree que si comparte con su pareja no la entenderá o la sumo le dirá que está paranoica. Por lo tanto mantiene contenida su ansiedad.
- Sientes que ya tienes lo que querías de tu pareja: Existen mujeres que creen que teniendo un hijo ya llenarán todos sus vacíos y usan a la pareja, sólo y exclusivamente para que la haga madre. La ven como alguien que llena los requisitos necesarios para hacerle madre. Esto trae como consecuencia inmediata que al padre se deje de lado, luego de haber nacido el niño. Inclusive puede que le estorbe, porque se interpone entre el niño y ella. En esta actitud puede esconderse una profunda soledad que cree que puede ser llenada por el niño (quizás por haber perdido a los padres muy pronto).
- Ves a tu pareja inmadura(o) incapaz de cuidar al niño: A lo largo de tu relación de pareja has ido perdiendo el amor y el respeto por tu pareja y no lo ves preparado para cuidar o darles las atenciones que el niño requiere, por lo tanto lo dejas de lado. Tu pareja hace algo con respecto al niño y le criticas y reclamas, no le permites que participe en los cuidados del niño.
- Aumento de tendencias obsesivo compulsivas: Cuando en su infancia la madre ha sido educada con cierta rigidez y excesiva disciplina o bien más adelante ha tenido un aborto. Puede que desarrolle ansiedad ante no poder hacer las cosas bien con el niño y lleven al extremo el control por el cuidado del niño. Creando rituales para la atención del niño que inclusive puede que escriban y controlan que su pareja cumpla la ceremonia tal y como ella lo hace. Lo cual escala los conflictos de pareja a grados insospechados.
- Creencias y Huellas transgeneracionales: Dentro de los sistemas familiares suelen existir especies de “mandatos inconscientes” que obligan a la mujer o al hombre sistémicamente a separarse o dejar la relación tras el parto. Creencias como: “Todos los hombres abandonan luego de tener a un hijo” o “No puedo tener relaciones sexuales con alguien que sea madre” “Ya mi hijo me llena totalmente ya no necesito de nadie más”. Obligan a que se quiera romper la relación luego de tener al hijo.
- Permitir que tus padres se inmiscuyan demás en los cuidados del niño: cuando eres la “niña de tus padres”, no confías en ti misma y mucho menos en tu pareja para que cuide del niño. Entonces empiezas a crear un territorio en donde sólo hay lugar para tus padres y el niño, en donde tu pareja recibe constantes críticas tanto de tus padres como tuyas
¿Cómo se puede solucionar?
- Comprender que gracias a la pareja tienes a tu hijo: que esta persona hizo posible que fueras madre, que sin él no hubiese sido posible. Que tu hijo en la mitad de su ser tiene todos sus genes y si le dejas de lado, también estás dejando de lado una parte del niño.
- Compartir las atenciones del niño con tu pareja: Confiando que las hará de la mejor manera posible, sin obsesionarte con la perfección en las actividades. Y si no sabe: enseñarle o bien aprender juntos, que sea como un juego y una oportunidad de unirse más como pareja.
- Realizar actividades relajantes juntos: Como por ejemplo algún tipo de meditación, o salir de vez en cuando a bailar o cenar solos, en donde ambos se puedan relajar fuera de las atenciones del niño. En donde fortalezcan la intimidad como pareja. Jamás se les puede olvidar que antes que padres son pareja.
- Realizar un árbol genealógico para el niño: En donde ambos padres participen unidos, investigando sobre la familia. y compartiendo descubrimientos, que quedará registrado en un albúm para el niño. Esto te ayudará a observar muy de cerca las dinámicas y creencias presentes en tu propio sistema familiar acerca del embarazo y el matrimonio
- Escuchar los consejos de los padres sin dejar que interfieran directamente: confiar en su sabiduría, pero luego juntos en pareja busquen su propia manera de hacer las cosas, al fin y al cabo es su hijo y no de ellos.
- Reflexionar sobre tus actitudes: Si bien es cierto muchas mujeres sienten la depresión post-parto. Es importante revisar si ésta escala más de lo normal y en caso de que sea así. Buscar ayuda profesional, porque puede ser un trauma no sanado que hay que revisar, tanto por tu bien como por el de la familia.
- Ser amorosa con tu pareja: confiar en que a partir de ahora pueden comprenderse más y que en la medida que uds. estén mejor el niño también lo estará. Construyan ese hogar cálido y seguro que el niño necesita para su desarrollo pleno.
Ahora que eres madre tienes una gran responsabilidad, por un lado crear un hogar estable para tu hijo para lo cual debes contar ante todo con tu pareja. Gracias al amor que un día los unió ahora es posible nutrir y educar a un niño, tanto en lo afectivo como en lo material. Y para ello se requiere ante todo una relación de pareja saludable y plena, permite que tu pareja se sienta reconocido y aceptado como padre y como hombre y eso lo haces con tu respeto y consideración.
Escrito por Luz Rodríguez
Contacto: info@ordenesdelamor.org
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